miércoles, 5 de abril de 2017

DISFRUTANDO DE LA ARQUEOLOGÍA Y LAS AVES SALVAJES

YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO ROMANO DE BAELO CLAUDIA (Tarifa - Cádiz)
En ningún otro lugar en el mundo puedes disfrutar tanto de una antigua ciudad romana muy bien conservada y de una naturaleza de excepcional belleza que es punto de paso obligado de la principal ruta entre África y Europa.

La singularidad de este bello paraje es su excepcional localización junto a una bellísima y ancha playa de finas arenas que está en plena ruta migratoria de las aves que van de África a Europa o viceversa. Aquí tienes la posibilidad de observar en un solo día cientos de Águila culebrera (Circaetus gallicus), Águila calzada (Hieraaetus pennatus), Halcón abejero (Pernis apivorus), gran cantidad de Cigüeña blanca (Ciconia ciconia) y Cigüeña negra (Ciconia nigra), Milano negro (Milvus migrans), Alimoche (Neophron Percnopterus), Gavilán (Accipiter nisus) y un largo etcétera.

El momento ideal de observación de aves es cuando éstas llegan de África y paran en la misma playa para descansar de la dura travesía que tiene lugar durante los meses de primavera. Los lugares ideales para la observación son la cercana Playa de los Lances y la Isla de Las Palomas. En la ruta de la Playa de los Lances lo aconsejable es acercarse lo más posible a la desembocadura del río Jara donde podemos también observar limícolas, garzas y gaviotas. En este área se han llegado a avistar algunos individuos de Chorlito carambolo (Charadrius morinellus).

En este fantástico vídeo puedes disfrutar de unas vistas aéreas bellísimas con la más alta calidad de imagen donde se aprecia la grandeza de este yacimiento y la espectacularidad del paraje natural que lo rodea.


Este conjunto arqueológico declarado Monumento Histórico Nacional, es una ciudad-factoría romana que sorprende por su estado de conservación. Fue importante en la época por sus conservas y salazones, origen de la salsa denominada garum, una salsa preparada con vísceras de varias especies de pescado del Estrecho de Gibraltar (atún rojo, boquerones, caballa, jureles...) aderezadas con hierbas aromáticas del entorno (hinojo, tomillo, ruda, menta, albahaca...) y macerada entre gruesas capas de sal que era considerada por los habitantes de la Antigua Roma como una exquisitez y que era exportada a todo el imperio.

En el siglo III d.C. fue devastada por un terremoto, aunque pervivió un pequeño núcleo de población hasta los inicios del siglo VII d.C., cuando se abandona definitivamente. Desde esa fecha, Baelo Claudia queda despoblada.

Es una de las mejores muestras del urbanismo romano que se conocen en la actualidad. En el yacimiento se conservan los elementos más representativos de una clásica ciudad romana. Entre ellos destacan:

Una cerca o muralla, reforzada con más de cuarenta torres de vigía, de las que se conservan las puertas principales de la ciudad, la que se dirigía a Gades, al oeste, y la que se dirigía a Carteia (cerca de San Roque). Hacia el Este, exístía una tercera puerta situada al norte de la ciudad, denominada Puerta de Asido.

Un palacio de justicia (basílica judicial), situado en el foro frente a los templos. Tiene planta rectangular y mide 19,5 por 35,5 metros. Estaba presidido por una estatua del emperador Trajano de más de tres metros de altura.

Cuatro templos: tres dedicados a cada uno de los componentes de la Tríada capitolina (Júpiter, Juno y Minerva) y uno dedicado a la diosa egipcia Isis, relacionado al culto isíaco en la península, descubierto recientemente por un grupo de arquéologos del histdeutsch. Una disposición similar sólo ha sido hallada en la ciudad de Sbeitla en Túnez.

El mayor edificio de Baelo Claudia es el teatro, con aforo de hasta 2000 personas,4 donde todos los actores eran hombres, incluso en los papeles de mujeres, que para interpretar se colocaban máscaras, según fuese el personaje que representaban.

También pueden verse bastante bien la zona industrial con restos de las instalaciones para la fabricación del garum, la estructura de las termas, el trazado de las calles, los recintos del mercado, algunos tramos de acueductos, restos del sistema de alcantarillado, etc.

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