miércoles, 20 de febrero de 2019

UNA JOYA VIVA DE COLOR ZAFIRO

EL ROQUERO SOLITARIO (Montícola solitarius)
Es una de las más esquivas bellezas de nuestra avifauna. Solo se encuentra esta especie en entornos montanos alejados de la presencia humana. Los machos adultos muestran un precioso plumaje con un suave degradado desde el azul cobalto intenso de la cabeza y el pecho, hasta el azul marino muy oscuro de las alas. Las hembras tienen un plumaje pardo oscuro-grisáceo con pequeñas motas blanquecinas, con lo que se confunde fácilmente con mirlos o estorninos. Su cuerpo notoriamente menos grueso que el de los mirlos. Mide hasta 23 cm de longitud y la envergadura de sus alas abiertas puede alcanzar un máximo de 37 cm.
Se alimenta de insectos, lagartijas, gusanos, caracoles y algunas bayas.

Disfruta de esta bella escena en la Sierra Morena sevillana donde una pareja alimenta a su nidada.



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